La pérdida auditiva en las personas se puede clasificar en tres tipos: la de los sordos señantes (pertenecen a una comunidad que comparte la misma cultura y lengua), sordos hablantes (su lengua materna o natural es el español, y por algún hecho pierden la audición; no tienen la lengua de señas como materna), y los sordos semilingües (no tienen consolidada ninguna lengua hablada, ni de señas).
No todas las personas con discapacidad sordas (PcD sordas) tienen el español como medio de interacción con las personas oyentes; por eso, ante una situación de emergencia o desastre, es difícil comunicarse a través de la lectura de labios; para estas PcD el proceso natural de significado-significante (el significado es el contenido y el significante es la forma) no es por la lengua oral.
Las personas con discapacidad auditiva o audición parcial (hipoacúsico), a menudo utilizan una combinación de lectura y audición de asistencia para el habla, que se caracteriza por sonidos especiales, reverberación y extraños ruidos de fondo, que pueden distorsionar u obstruir la transmisión y la recepción de la ayuda.
Algunas personas con limitaciones en la audición, confían en la lectura de labios para interactuar, por lo que debes permitir que la PcD vea tu rostro claramente. Por eso, las PcD que utilizan la Lengua de Señas Mexicana (descarga el diccionario de LSM), pueden verse afectados si hay escasa iluminación.
Y ante este panorama, ¿qué se recomienda para apoyarles?
Cuando te diriges a una PcD sorda, si no está prestando atención, tócala levemente en su hombro y establece contacto visual, manteniendo tu boca libre de obstáculos en la comunicación, viéndole de frente, de preferencia en lugares bien iluminados, vocalizando claramente, a ritmo medio.
Cuando converses con una PcD debes ser expresivo, ya que no puede oír los cambios de tono de voz que indican sentimientos, alegría, tristeza; los gestos son excelentes indicadores de lo que se quiere decir. Si se pudiera, previamente, acuerda con la PcD las señas requeridas para comunicarle los distintos tipos de emergencias. Puedes utilizar tarjetas con imágenes.
Por otro lado, sugiérele a la PcD que mantenga disponible una linterna, para que en caso de suspensión de energía eléctrica, podrán iluminar el rostro de quien comunica.
¿Y cuando llegue la emergencia?
Centra tu atención en la persona, no en el intérprete (si lo hay). Como ya lo mencionamos, debes establecer contacto visual; háblale tranquilamente y vocaliza adecuadamente, con un ritmo sereno para que tus palabras sean leídas y entendidas por el sordo hablante; lo que digas con el movimiento de tus labios o tus expresiones corporales es lo que interpretará la PcD.
Lo ideal sería que hubiera más de un método para recibir alertas e información de desalojo. Asimismo, hay que tener baterías y artículos extra en el equipo de emergencias, y puedes acordar el prender y apagar el interruptor de las luces como señal para llamar la atención de la persona.
Es recomendable que los GAE (Grupos de Apoyo Especial) porten una libreta con mensajes visuales prediseñados que orienten las acciones a seguir durante la emergencia, además de tener papel y bolígrafo en su kit de emergencias para recibir información y comunicarse, aunque sean mensajes básicos como “peligro”, “tranquilo”, “calmado”, “urgente – salir”. Igualmente, es deseable que quienes estén cerca de las PcD, aprendan expresiones básicas en LSM, para comunicarse.
Para el momento de la emergencia, la PcD debe tener una linterna y un silbato para señalar su posición y facilitar su ubicación. Cuando estés con la PcD no debes gritar, ya que podrías ponerla nerviosa con tu expresión facial; asegúrate de que comprende lo que le estés diciendo y verificar los mensajes que emites, preferentemente con la señal universal “OK” que será utilizable para reafirmar una pregunta o respuesta con la mano.
Usa la escritura en el caso de los sordos hablantes, y nunca les hagas creer que le comprendiste si no es así. Si la PcD usa audífonos como ayuda, considera que estos no siempre proporcionan una audición completa, por eso debes prepararte para establecer comunicación escrita, y en el caso de los sordos señantes, usar la LSM o mensajes visuales prediseñados.
Ahora bien, recuerda que las personas con discapacidad auditiva pueden identificar luces estroboscópicas (dispositivos visuales) como parte del sistema de alarma que podrían estar ubicadas cerca de las salidas de emergencia con el fin de auxiliarles en forma oportuna.
En emergencias, los dispositivos visuales pueden parpadear para llamar la atención y proporcionar información sobre la situación. Además, algunos dispositivos de notificación, como un sistema de alarma de un edificio, pueden activarse en emergencias.
Y llega el momento de la evacuación.
En cualquier caso, debes establecer contacto visual con la PcD, usando gestos y señales comunes con la mano: “¿todo bien?”, “sí”, “no”.
En el caso de los sordos hablantes, ellos no podrán gritar si quedan atrapados, ya que no escucharán los llamados de los brigadistas porque quizá perdieron sus apoyos auditivos y/o son sordos señantes, por lo que se debe acordar con antelación qué tipo de señales luminosas se deben usar para auxilio. Por ejemplo, una señal larga con pausas de dos segundos significa: “estamos buscando”; una señal doble con intervalos de 3 segundos significa: “estamos ayudando”.
Por cierto, las alarmas de humo deben tener sonido y luces estroboscópicas, que alerten a las personas sordas, pero podrías utilizar tarjetas con imágenes para comunicar la emergencia y la necesidad de la evacuación, para la cual debe haber una lámpara o una luz portátil para señalar dónde está y facilitar la lectura de los labios en la oscuridad para los sordos hablantes.
¿Y adónde los llevamos?
Una vez que le hayas comunicado la situación a la PcD sorda, por medio de dispositivos visuales, como una alarma o instrucciones especiales, puedes dirigirle hacia una ruta de evacuación que les permita ubicarse en una zona de menor riesgo.
Es deseable que se les explique a las PcD el procedimiento para trasladarse a una zona de menor riesgo interna y comentar cuál es la ruta más conveniente. Si se puede, ayúdale y acompáñale, con la asistencia de un intérprete de LSM o una persona con conocimiento de ella, para trasladarlo.
Puedes protegerlo permaneciendo en el lugar hasta que las condiciones permitan evacuar, pero recuerda que la mayoría de las personas con limitaciones para oír (sordos hablantes), aún usando aparato auditivo, puede leer y seguir las indicaciones especiales, rutas de evacuación y señalización, pero pueden necesitar apoyo, aunque pueden subir y bajar escaleras con o sin ayuda.
Ahora bien, considera que no todas las personas en un edificio están familiarizadas con todos los procesos, por eso la comunidad debe conocer los procedimientos para apoyar a las PcD; en el caso de movilizaciones masivas ellas pueden perder el equilibrio fácilmente, por lo que se les debe ayudar.
En cualquier caso, por lo menos debe haber el apoyo de una persona, de preferencia, alguien con entrenamiento, y si se puede más, pues es mejor, pero con conocimiento, porque puede haber voluntarios con deseos, pero sin conocimiento. Esto puede ser riesgoso, considéralo.