No importa que vivas en casa propia o rentes; de cualquier forma, seguramente ya invertiste en arreglos y compraste diversos artículos, incluso, de gran valor material, pero te has preguntado ¿qué pasaría si se inunda tu casa, si se incendia o si ocurre un terremoto? Como siempre, no sabemos si nos va a suceder, pero lo mejor es pensar en asegurar tu casa.
Alguna vez se encontró que solo el 2% de las personas entrevistadas en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuenta con un Seguro de Hogar pues piensan que es caro o, incluso, no saben de su existencia. Aunque también los encuestados reconocieron no tener información suficiente sobre cómo adquirir un seguro de este tipo.
Como complemento, se encontró que apenas el 25 por ciento de las viviendas en el país están protegidas; veinte por ciento de ellas están aseguradas a través de hipoteca y solo el cinco por ciento por iniciativa propia.
Pero aunque haya desconocimiento, la recomendación es clara: Vale la pena considerar contratar un seguro de hogar que precisamente contribuye a recuperar el valor de lo dañado o afectado, desde elementos decorativos, hasta la propia construcción. Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) hay instituciones de seguros que ofrecen una amplia variedad de seguros de este tipo, que naturalmente, difieren en costos, coberturas y condiciones.
Por cierto, la mayoría ayuda a que nos recuperemos de los daños a nuestros inmuebles por causas como incendios, fenómenos hidrometeorológicos, terremotos o explosiones volcánicas; además de los daños a los bienes dentro del hogar que puedan resultar de alguno de los incidentes anteriores.
Aparte, hay que considerar que te puede suceder algo como esto: Una tubería de tu inmueble, por ejemplo, se puede romper en cualquier momento; esto ocasionaría una fuga que no solo afecta los enseres y muebles propios, sino incluso pueden dañar a los del vecino. Lo bueno es que seguros que no solamente cubren los daños causados en el inmueble propio, sino que existen los seguros de Responsabilidad Civil, que cubren los daños en la casa del vecino.
En cualquier caso, antes de contratar un seguro de este tipo, debes considerar, comparar y valorar muy bien el tipo de cobertura que ofrece la institución de seguros, además de los beneficios adicionales como las asistencias técnicas y/o de emergencia, o de otro tipo
Incluso, hay aseguradoras que ofrecen el apoyo de especialistas como plomeros, electricistas o cerrajeros, que te ayuden a arreglar o a darle mantenimiento a las instalaciones. En ese sentido, la misma AMIS recomienda tres aspectos a considerar para cotizar y contratar un seguro de este tipo:
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Conocer el valor del inmueble que se quiere asegurar.
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Conocer detalles y características del inmueble como antigüedad, metros cuadrados, material de construcción y tipo de riesgos a los que está expuesto; puede estar en una zona de alta actividad sísmica, o bien, otros fenómenos hidrometeorológicos.
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Calcular el valor aproximado de tus pertenencias como muebles, equipos electrónicos, joyas, etc., aunque se trata de información que debe estar respaldada con facturas o avalúos.
Esta información sirve para que la institución aseguradora pueda cotizar el seguro para el hogar, con las coberturas más adecuadas a las necesidades de protección de la vivienda.
Recuerda: No hay mejor momento de contratar un seguro de este tipo, que hoy mismo, porque los fenómenos naturales no avisan. Desde luego, sabemos cuándo son las temporadas de lluvias, o de huracanes, pero no se conoce su intensidad hasta que ya están muy cercanos. Igualmente, los temblores tampoco avisan, ni los incendios, así que por eso, mejor prevenir antes de que suceda algo.
La mejor recomendación es que consultes a un especialista que te presente varias opciones, o que consultes directamente varias aseguradoras y compares. Lo mejor que puedes buscar es tu tranquilidad.