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¿Sabes cuántos tipos de sismos hay?

27 de diciembre de 2023

Hay varios países que se reconocen como de alto riesgo sísmico, y en México es muy común que haya temblores. De hecho, el Servicio Sismológico Nacional reportó que en el 2020 sucedieron 30 mil 139 sismos, la mayoría de ellos, de magnitud muy baja, y desde luego hay zonas del país en donde se generan, más que en otras, y además, hay algunas localidades en donde no se sienten.

Pero independientemente de su número o localización, se pueden identificar dos tipos de sismos: los naturales y los artificiales. De los primeros se incluye a los tectónicos, los volcánicos y los de colapso. De los artificiales, solo se incluye a los que son provocados por el hombre. Por cierto, cabe aclarar que los términos sismo, terremoto y temblor muchas veces se usan como sinónimos, aunque el terremoto comúnmente refiere a los de mayor intensidad.

Pero antes de seguir, vale la pena conocer antes qué son las placas tectónicas y por qué se mueven. Se trata de fragmentos de litósfera –es la corteza más superficial de la Tierra; es una capa rígida que cubre al planeta y en donde se encuentran las plantas y muchas especies animales; es el lugar en el que hay vida en todas sus formas, simples y complejas– que se desplazan y chocan bajo la superficie de la Tierra.

Cuando esas placas se colisionan, la corteza se comba y puede causar, en caso extremo, que hasta se formen cordilleras. Lo cierto es que se hallan en constante movimiento sobre la astenosfera, una zona más o menos viscosa del manto superior, así que los temblores son efecto precisamente de ese efecto de movimiento de placas tectónicas, que por cierto, pueden tener hasta cien kilómetros de espesor.

Regresando al origen de los sismos, veamos cuáles son los tectónicos.

Estos se generan por la interacción de placas tectónicas, y de estos hay de dos tipos: los interplaca, ocasionados por fricción en las zonas de contacto entre las placas, y los intraplaca, que se generan en la parte interna de las placas, aun en zonas en donde se supone que no hay sismicidad.

Los sismos interplaca son más comunes y son consecuencia de deformaciones continentales; pueden tener profundidades de 15 hasta 70 kilómetros.

Jonathan Cooper.

Por su parte, los sismos intraplaca son también llamados locales, y son producto de deformaciones del material terrestre, debido a concentración de fuerzas en una región limitada.

En cuanto a los sismos volcánicos, estos surgen cuando un volcán hace erupción; se ocasionan cuando hay fractura de rocas debido al movimiento del magma –combinación de roca fundida y compuestos sólidos y volátiles que se forman en el interior de la Tierra, y que sale de un cráter en forma de lava cuando hay una erupción-. Puede haber decenas de ellos en un día, pero no llegan a ser tan grandes como los sismos tectónicos

Por su parte, los sismos de colapso se generan cuando se derrumba el techo de cavernas y minas; generalmente ocurren cerca de la superficie y se sienten en un área reducida.

En cuanto a la segunda clase de temblores, los artificiales, estos los produce el hombre por medio de explosiones comunes o incluso y nucleares, con fines de exploración, investigación, y explotación de bancos de material para la industria (por ejemplo, extracción de minerales).

Desde luego, ocasionalmente las explosiones nucleares son lo suficientemente grandes como para que se detecten por instrumentos en diversas partes del planeta, aunque se perciban solo en los sitios cercanos al punto en donde se provocaron. Por cierto, aunque la fuerza nuclear es poderosa, no se les relaciona con los sismos de gran magnitud ni con las erupciones volcánicas, ambos fenómenos independientes.

Así, que no son muchas las clases de sismos, pero con los que conocemos es suficiente para ponernos a “temblar“.

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