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Conoce qué son los incendios urbanos y cuáles son sus causas

21 de julio de 2023

Puedes estar tranquilamente en el trabajo, o descansando, o durmiendo a pierna suelta, incluso, estar fuera, de viaje, pero tienes que considerar siempre: Los incendios pueden suceder en cualquier sitio y momento. ¿Por qué? bueno, pues porque puede caer un rayo, es decir, por causa de un fenómeno natural, o ben, que a algún “inquieto” se le ocurra provocar un incendio forestal. Además, puede suceder en cualquier inmueble o instalación, en basureros, rellenos sanitarios, lotes baldíos y áreas boscosas o con vegetación.

Obviamente, pueden volverse incontrolables, alcanzar grandes proporciones y pueden ocasionar lesiones, pérdidas de vidas humanas y animales, daños materiales y deterioro del ambiente, ¡imagínate todo lo que se puede perder! pero… se pueden prevenir.

Para eso, te recomendamos que leas lo siguiente:

Cuida:

  • El uso de parrillas eléctricas, ya que el sistema puede sobrecalentarse. Sigue disfrutando de los platillos que puedes cocinar ahí, y aprovecha que son manejables, pequeñas, ensucian menos, pero vigila que el cable y enchufe estén en buenas condiciones y que no se sobrecaliente o queme la comida, o algo más.
  • Recuerda que el agua es buen conductor de la electricidad. ¿Y eso qué? Pues que si un cable conectado entra en contacto con el agua, puede causar desde un corto, hasta la muerte (no es exageración).
  • Todo contacto e interruptor debe tener siempre su tapa debidamente aislada (porque además así proteges a los niños) ¡Y es que luego se ve cada contacto, sin tapa, que hasta da miedo acercarse!
  • Mantén fuera del alcance de los niños, cerillos y toda clase de material inflamable. De hecho, no tienen por qué acercarse, ni saben manipularlos, y no tienen necesidad.
  • Si sales de viaje, cierra las llaves de gas y desconecta la energía eléctrica. No vaya ser que se eche a perder tu regreso si te encuentras con una sorpresa, de esas que no quisieras ni imaginarte.

Revisa:

  • Las instalaciones eléctricas y de gas. Puede ser que pasen años y no pase algo, pero te aseguro que vale la pena dedicarle un tiempo a examinarlas; a lo mejor encuentras algo que no pensabas. ¿Qué tal si recibes la visita de un ratón y empieza a roer algún cable, y tú ni en cuenta?
  • El estado y funcionamiento de extensiones y multicontactos.
  • Que los cerillos y colillas de cigarros estén bien apagados antes de desecharlos. Más de una vez han causado una tragedia, si las que parecieran “insignificantes” colillas. Por cierto, si fumas, no te confíes en que NO te vas a quedar dormido.
  • Los cables de lámparas, aparatos eléctricos y motores de maquinaria deben estar en perfectas condiciones. Se vale usar cinta aislante, de esa negra, pero aplicándola bien, aunque si puedes cambiar el cable, sería mejor, aunque no siempre es práctico.

Evita:

  • Almacenar productos inflamables. Hay sustancias y productos cuyo uso es inevitable, pero mejor guárdalos bien, con etiquetas, hasta herméticamente si se pudiera, en sitios ventilados, y si ya no los vas a usar, mejor deséchalos. 
  • Guarda los líquidos inflamables en recipientes etiquetados, cerrados y en sitios ventilados.
  • Conectar varios aparatos en un solo enchufe. Se podría puede provocar un sobrecalentamiento que, a su vez, genere un cortocircuito y en el peor de los casos derive en un incendio. Busca mejor un multicontacto o supresor de picos, o incluso un regulador, o un UPS.
  • Jugar con velas, cerillos y materiales inflamables. Se te puede salir de control.
  • Que los niños jueguen junto a la estufa ni que cuiden flamas y objetos calientes. No solo porque podría provocarse un incendio, sino por el daño que podrían recibir, ¿para qué arriesgarse?

Realiza:

  • Redestribuye los aparatos o instala circuitos adicionales. Incluso, hay quien recomienda una “reforma” eléctrica, porque a veces las instalaciones originales ya no son funcionales.
  • Simulacros de evacuación y combate de incendios, incluso practicando con extintores. Si no los has adquirido, pídele las autoridades locales de proteción civil que te apoyen para ese tipo de simulacros, te muestren cómo funcionan y hasta podrías practicar.
  • Prepara un directorio con datos y los teléfonos de los bomberos, cruz roja y brigadas de rescate. O bien, instala apps de esas instituciones en tu celular: aprovecha la tecnología.
  • En caso de encontrar alguna anomalía en tus instalaciones, repárala de inmediato o repórtala. A veces pensamos: “Ya tienen tiempo así, y nunca ha pasado nada”… No te la juegues.

Sin embargo, si surge un incendio, hay que actuar rápida y decididamente, haciendo lo siguiente ¡hay que actuar!:

  • Mantén la calma: no grites, no corras, no empujes. (Se podría provocar un pánico generalizado: a veces estas situaciones causan más muertes que el mismo incendio… y luego no lo puedes controlar).
  • Localiza el extintor más cercano y trata de combatir el fuego: Si no sabes manejarlo, busca a alguien que pueda hacerlo. Acuérdate que siempre es mejor tener un extintor y nunca usarlo, a necesitarlo y no tenerlo.
  • Si el fuego es de origen eléctrico, no intentes apagarlo con agua; ahí es cuando necesitas un extintor.
  • Corta los suministros de gas y electricidad; cierra las llaves de paso, apaga los interruptores. Que no se te pase.
  • Si el incendio se propaga, mejor desaloja; 30 segundos bastan para causar un desastre. Total, lo material se puede recuperar, aunque se tarde un poco. De hecho, en un incendio no te entretengas buscando los artículos personales.
  • Dirígete a la puerta de salida más alejada del fuego, no siempre es fácil, pero trata de hacerlo. Cuando llegues a un lugarr nuevo, trata de ubicar las salidas en cuanto llegues, no vaya a ser…
  • Si hay gases y humo, desplázate pecho tierra, y si se prende tu ropa, no corras, tírate al suelo y rueda.
  • Tápate la nariz y boca con un trapo húmedo. La inhalación del humo provoca fallecimientos, o sea que no solo hay que cuidarse de las quemaduras.
  • Evita utilizar elevadores. Son como una “caja” cerrada, sin escapatoria, mejor sal por las escaleras.
  • Cierra puertas y ventanas para que el fuego no se extienda, y no se avive, a menos que éstas sean tus únicas vías de escape.
  • Si la puerta es la única salida revisa que la chapa no esté caliente antes de abrirla; si lo está, lo más probable es que haya fuego al otro lado de ella… mejor no la abras. Pero ojo, revísala con precaución, no te confíes ni dejes que el pánico te domine.
  • Si el fuego obstruye las salidas, no te desesperes y colócate en el sitio más seguro, espera a que llegue el rescate. Claro, si se puede.
  • En el momento de la evacuación, sigue las instrucciones del personal especializado. Puede ser gente de protección civil, brgadistas o bomberos. Seguro saben un poco más que tú.
  • Ayuda a salir a los niños ancianos y minusválidos. Ya sabes, primero los más débiles

Recuerda: ¡El calor producido puede elevar la temperatura hasta los 1100 °C!

Por cierto, las principales causas de muerte por incendio, son:

Choque hipovolémico, que es la incapacidad del corazón para bombear sangre suficiente al cuerpo, debido a la pérdida severa de sangre y líquido.

Daño pulmonar agudo respiratorio originado por la inhalación de humo.

Las infecciones posteriores a las quemaduras.

 

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