Las temporadas de lluvias nos hace recordar la necesidad de contar con algún tipo de protección que nos ayude a recuperar nuestro patrimonio, por pérdida total, o por daños causados por el agua, y aquí es en donde puedes pensar en un seguro que incluya cobertura contra los riesgos hidrometorológicos, porque no siempre se incluyen en los seguros básicos para casa o negocio.
Sin embargo, dicha cobertura puede agregarse bajo solicitud, y dependiendo de la aseguradora, el precio puede ser menor o mayor, sobre todo considerando las dimensiones del inmueble, el contenido o suma que se quiera asegurar, la ubicación, con el propósito es contar con una “herramienta” que ayude a recuperar o reparar, en el menor tiempo posible, los daños generados por algún evento natural inesperado.
Porque lo cierto es que, dependiendo de la zona en donde te encuentres, puede haber distintos tipos de fenómenos hidrometeorológicos:
- Heladas
- Granizadas
- Maremotos
- Marejadas
- Huracanes
- Nevadas
- Inundaciones
- Inundaciones por lluvia
- Vientos tempestuosos
- Avalanchas de lodo
Vale la pena considerar que un seguro de protección para el hogar también puede cubrir los daños a un inmueble que se generen por otros eventos, como un incendio, por el mismo calor y el humo o el vapor, e incluso por los medios empleados para extinguir el fuego.
De hecho, algunos daños en los inmuebles que se contemplan en una póliza, incluyen afectaciones que se causen en estructuras como bardas, rejas y patios, e instalaciones de tubería para agua, cableado y drenaje.
Desde luego, también se pueden agregar otros artículos susceptibles de cobertura, como son el mobiliario, la ropa (uniformes de trabajo) y artículos de uso laboral, siempre y cuando queden desde el principio contemplados en el contrato. Hasta hay posibilidad de que se incluya la cobertura de los costos por remover escombros producto de la demolición y limpieza de la zona siniestrada.
Y para complementar, también se puede considerar una protección más completa, que incluya coberturas contra inundaciones y terremotos, porque igualmente son situaciones que no se pueden prevenir, así que es mejor estar preparado.
De cualquier forma, no se puede olvidar que el costo de una póliza y el valor del deducible (el porcentaje que debe pagar el usuario) varían según los criterios propios de cada aseguradora.
De hecho, cada aseguradora evalúa los daños una vez ocurrido un incidente, para pagar en función de lo que haya sucedido, y buscando que la cifra entregada sirva precisamente para la reparación o la recuperación, no para el enriquecimiento.
Un detalle que no está de más señalar es que los seguros de hogar, que cubren daños provocados por incendios o por algún otro fenómeno natural, solo son obligatorios cuando se contrata un crédito hipotecario. En cualquier caso, la indemnización considera los daños que se tuvieron que realizar para controlar el siniestro, como pudiera ser la destrucción de una pared.
Lo ideal, de cualquier forma, es definir si se desea una cobertura por un solo siniestro, o si se considera una cobertura más completa, que contemple desde incendios hasta robos, temblores o inundaciones. Incluso, se puede complementar con un seguro por responsabilidad civil, que cubra daños causados a terceros.