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Revisa las claves para controlar un incendio forestal

6 de noviembre de 2023

Cuando llegamos a escuchar que surgió un incendio forestal, probablemente pensamos “¿y no se pudo prevenir?”. Pues probablemente sí, pero en este caso ¿qué es la prevención? Bueno, para este caso, vamo a entenderla como el conjunto de acciones, normas y trabajos con las que buscamos evitar que ocurran incendios forestales.

Y es que, entre otras ventajas, la prevención evita que se integre el llamado triángulo del fuego, ya que se enfoca a atender las causas que aportan calor (el riesgo), o bien sobre los combustibles.

Y cuando hablamos de prevención, tenemos que puede ser: cultural (educación y divulgación), física o ingenieril, y jurídica (leyes y reglamentos).

a) Prevención cultural: En pocas palabras, es lo que hacemos para crear conciencia forestal, mediante acciionees como la difusión del conocimiento sobre el valor que representan los recursos forestales. Esto incluye la producción de madera, resinas, taninos (sustancia astringente que se encuentra en algunos tejidos vegetalescomo la corteza de los árboles y en la uva), y frutos, que además son reguladores del clima, productores de oxígeno y embellecedores del paisaje, entre otras funciones.

Además, mediante la educación se busca que las personas adopten una conducta más conservacionista y protectora del recurso forestal; por eso se busca informar a la comunidad sobre las acciones en las que puede participar para prevenir los incendios forestales.

¿Y cómo se puede lograr? Pues mediante el uso de diferentes medios de comunicación masiva, además de programas escolares; pláticas en centros rurales y urbanos; pláticas de persona a persona; cursos de capacitación a campesinos y empleados de gobierno; colocación de letreros panorámicos (pósters); carteles; calcomanías; folletos; volantes; periódicos; radio; televisión; etc. O sea, hay muchos recusos.

b) Prevención física: Se trata de reducir el peligro inmediato sobre los agentes y/o actividades específicas que causen incendios forestales.

Para lograrla, podemos revisar la vegetación, previamente a la ocurrencia de incendios, para tratar de eliminar los combustibles peligrosos, alterando su composición o seccionándolo para evitar la combustión o para impedir que el fuego se propague y se vuelva difícil de controlar. Para esto, se pueden utilizar las brechas cortafuego.

Ahora bien, la prevención se puede clasificar en cuatro grupos:

1.- Eliminación y control de desperdicios de aserraderos o prácticas silviculturales (podas, raleos, corte, aclareos, etc.).

2.- Eliminación de combustibles peligrosos acumulados en el suelo a causa de catástrofes, como los huracanes.

3.- Sectorización o división de combustibles mediante apertura de brechas cortafuego con herramienta manual, o con maquinaria pesada, para interrumpir su continuidad y evitar que los incendios se propaguen rápidamente.

4.- Reducción general de combustibles, sobre todo los livianos, secos y superficiales, mediante quemas controladas.

Desde luego, debemos considerar que para optimizar las quemas controladas, se requieren preparación cuidadosa y procedimientos técnicos adecuados.

Realización de quemas controladas

La aplicación de fuego es una obra de prevención física muy utilizada; si se aplica cuidadosamente mediante quemas controladas, constituye el procedimiento más eficiente en la prevención, con dos propósitos principales:

a) Disminuir los combustibles existentes en el interior del bosque.

b) Cortar la continuidad horizontal de los combustibles mediante brechas cortafuego o líneas negras.

Como todas las actividades delicadas, las quemas controladas se deben planear cuidadosamente, con tiempo suficiente, de modo que su ejecución logre el éxito esperado, y para ello, es necesario tomar en cuenta los factores que intervienen en la evolución del fuego (combustibles, topografía y tiempo atmosférico), saber cómo cada uno de ellos influirá en la quema, preparar el terreno y seleccionar la técnica pertinente.

Hay algunas técnicas de quema que vale la pena conocer:

Quema en retroceso- Consiste en iniciar el fuego en contra de la dirección del viento o de la pendiente; es la técnica más fácil de aplicar y la más segura, genera baja intensidad calórica y provoca menos daños al follaje.

Quema por fajas- Consiste en incendiar fajas en contra de la dirección del viento y de la pendiente. Se aplica en terrenos con poca pendiente o planos de modo que ninguna faja individual pueda alcanzar alta intensidad antes de llegar a la inmediata siguiente. El espaciamiento entre fajas depende de la cantidad, la humedad y la distribución de los combustibles; normalmente varía entre 20 y 50 metros.

Quema por los flancos- Consiste en prender líneas de fuego en contra y en posición paralela a la pendiente o a la dirección del viento. Esta técnica se emplea para reducir combustibles de bosques naturales y de plantaciones medianas, así como para mejoramiento de los pastizales, principalmente.

Quema por manchones- Este método consiste en prender fuego en una serie de puntos (manchones), los cuales se propagan en todas direcciones dentro del área delimitada y después se unen. Es importante determinar la distancia entre cada punto donde se inicia el fuego y la hora de inicio. Deben ser tales que los manchones se junten a una hora en que las condiciones meteorológicas no sean propicias para generación de alta intensidad calórica.

Quema en círculo- Esta técnica consiste en iniciar el fuego en retroceso, siguiendo todo el perímetro del área por quemar, hasta encerrarla en forma de círculo. También se puede iniciar en el centro del área de tal manera que el fuego avance hacia el contorno. Es recomendable aplicar esta técnica en terrenos planos y en ausencia de vientos.

c) Prevención legal (aspectos jurídicos): No todas las actividades humanas relacionadas con la ocurrencia de incendios forestales se pueden modificar mediante la aplicación de programas educativos y recomendaciones ingenieriles. Por eso la necesidad de difundir la legislación aplicable en la materia, tanto a manera de prevención como de sanciones o acciones coercitivas para castigar la indisciplina o la negligencia.

Vale la pena entonces conocer y aplicar la Ley Forestal y su Reglamento vigentes en materia de protección contra incendios forestales, y conocer las disposiciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).

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